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viernes, agosto 26, 2005

Los equipos españoles comienzan la Liga con 151 millones gastados en fichajes


Los clubes españoles de Primera división se han gastado un total de 151 millones de euros en fichajes para la temporada 2005-2006, que comienza el próximo fin de semana, tras añadirse a la lista de contrataciones los 6,5 millones que ha pagado el Sevilla por el delantero de Malí, Frederic Kanouté, del Tottenham.

Se han incorporado 113 fichajes. La tónica general ha sido la de fichar "gratis" a jugadores que llegaban con la carta de libertad bajo el brazo, o bien incorporar jugadores que llegaban cedidos temporalmente desde otros equipos, y cuya incorporación era por tanto considerablemente más barata.
Y es que atrás quedan las épocas de gastos desorbitados y de barra libre en los talonarios fruto de la guerra de las televisiones por los derechos para las retransmisiones de los partidos. Ahora en los equipos españoles se impone la idea de traer menos refuerzos, más contrastados, e intentando controlar el gasto.

Una filosofía que no afecta al Real Madrid que encabeza todas las estadísticas de desembolso con una inversión de casi 60 millones de euros, algo menos de la mitad de la suma del gasto total de todos los equipos juntos.
Tras dos temporadas en blanco, Florentino Pérez ha desembolsado 59 millones para fichar a dos uruguayos y dos brasileños con aires y estilos totalmente distintos entre sí.
Pablo García y Diogo, son dos jugadores que llegan con el cartel de "gladiadores" y que vienen a dotar de carácter y ambición a un equipo al que en las últimas temporadas se le ha criticado la falta de garra, mientras que Julio Baptista y Robinho, los brasileños, son embajadores del fútbol carioca.
Pablo García es un mediocentro defensivo que viene para arropar a la defensa, mientras que Diogo llega para disputar el lateral derecho con Michel Salgado, un puesto que el año pasado dio muchos quebraderos y por el que pasaron Raúl Bravo y Celades, pero sin mucha suerte.
Robinho protagonizó el culebrón del verano, que tuvo su punto determinante cuando se negó a entrenar con el Santos, su antiguo equipo y cuando dijo sentirse deprimido por no poder concretar su fichaje por el club blanco.

Con estos fichajes, el Madrid rejuvenece considerablemente su plantilla, del mismo modo que tiñe de un marcado acento carioca el vestuario, con cuatro brasileños en sus filas, además del equipo técnico liderado por Luxemburgo y Txeira.
A los blancos les queda todavía pendiente la renovación de Casillas, que aunque ha manifestado su deseo de continuar defendiendo la portería blanca, pide una mejora en su contrato de
manera que sea similar al de Roberto Carlos, un escalón por debajo de los galácticos Zidane, Raúl y Beckham.
La otra cara de esta moneda de nuevas incorporaciones fueron la del portugués Luis Figo, y los argentinos Santiago Hernán Solari y Walter Samuel, que pese a que el año pasado gozaron de muchos minutos y de buena parte del cariño de la afición, tuvieron que dejar su sitio a las nuevas incorporaciones, y este verano tuvieron que hacer las maletas rumbo al Inter de Milán.

Y mientras en el Madrid se buscaba darle un giro al equipo, el Barcelona, eterno rival y vigente campeón de Liga defendía una filosofía totalmente opuesta. Los blaugrana fueron el equipo más madrugador a la hora de reforzarse, y ya en el mes de junio, el club había confirmado los fichajes del holandés Mark Van Bommel y del español Santi Ezquerro.
Van Bommel, que llegó libre para fichar por tres temporadas, fue el motor de ese PSV que despertó halagos y piropos la pasada edición de la Liga de Campeones, y se incorpora para hacer todavía más ofensiva la línea del centro del campo en la que ya juegan hombres con tanta llegada como Deco, Xavi o Ronaldinho.
Ezquerro, que ha firmado por tres años, puede jugar indistintamente por los dos extremos, con lo que Rijkaard podrá disponer de un jugador de banda y liberar así a Ronaldinho o Giuly, que han actuado como tal pese a que son centrocampistas reconvertidos, y además con tendencia a caer hacía el centro del ataque.
Pero sin duda, el objetivo de Laporta este verano no ha sido el de traer nuevos refuerzos, sino el de asegurar la continuidad de los pilares claves del equipo que consiguió la copa de la Liga. Renovaron así sus contratos nada menos que hasta 2010 los españoles Víctor Valdés y Xavi, el portugués Deco y el camerunés Samuel Etoo. Sólo queda por firmar Ronaldinho, que parece que podría hacerlo en unos días y que sigue negociando sobre sus derechos de imagen y al que han ofrecido un contrato prorrogable hasta el 2014.
Una política que en palabras del propio Txitki Beguiristaín, secretario técnico del club, "busca crear referentes" y ligar sus carreras deportivas al club, después de que tradicionalmente sus grandes ídolos, como Romario, Ronaldo, Rivaldo o Figo protagonizaran sonadas espantadas.

Y precisamente de jugadores del Barcelona, que llegaron como estrellas y que hoy han sido descartados para el primer equipo, como son los argentinos Juan Román Riquelme y Javier Saviola, vivirán dos equipos: Villarreal y Sevilla.
Aunque se especuló con que la amistad que une a Bianchi y a Riquelme podría acabar con éste último en el Atlético de Madrid, al final el centrocampista se decantó por continuar cuatro temporadas más en el Villarreal, y el submarino amarillo podrá contar con su la pareja Riquelme-Forlán para el asalto a Europa.

En el caso de Saviola, el jugador ha protagonizado uno de los culebrones más largos del verano hasta acabar fichando por el Sevilla. El argentino regresó del Mónaco, donde jugó cedido el año pasado y supo que tampoco este año tendría minutos con la camiseta del Barcelona.
Su elevada ficha, heredada de la época de Gaspart cuando se le presentó como a una estrella deslumbrante para hacer frente al fichaje de Zidane por el eterno rival, frenaba la operación, pero Julio Baptista se fue al Madrid y el Sevilla se encontró con un hueco difícil de llenar. Su presidente, José María del Nido, prometió a la afición y a su nuevo entrenador Juande Ramos, un recambio de garantías, y el resultado fue el fichaje relámpago de Saviola por más de 3 millones de euros, y que sentó como una puñalada en el Espanyol.
Los periquitos se sintieron traicionados por el Barcelona, con el que llegaron ha romper relaciones, pero no se quedaron de brazos cruzados, y tan sólo unos días más tarde confirmaban la incorporación de Juanfran, cedido por un año y sin opción de compra por el Real Madrid.

Riquelme y Saviola, dos historias que antes de terminar en el Villarreal y en el Sevilla, pasaron por Atlético de Madrid. Los dos sonaron con fuerza como posibles fichajes de los rojiblancos, que son uno de los equipos que más ha trabajado y más dinero ha desembolsado durante este verano, y que este año estrena entrenador y nuevo proyecto
En el banquillo se sentará el argentino Carlos Bianchi, un técnico de reconocido prestigio, que tiene en su palmarés como entrenador quince títulos, entre ellos tres Copas Intercontinentales y fama de domador de vestuarios. Con él llegan también el búlgaro Martín Petrov, el serbio Mateja Kezman y el argentino Maxi Rodríguez en los que le Atlético ha invertido más de 20 millones de euros. Tres jugadores que vienen para paliar la alarmante falta de gol que padecieron los rojiblancos la pasada campaña, y que han devuelto la ilusión a una afición que acabo muy decepcionada en el mes de junio.

También ha experimentado una revolución importante este verano el Deportivo de La Coruña, que tras siete temporadas a las órdenes de Jabo Irureta, este año será dirigido por Joaquín Caparrós, y no podrá contar con dos de sus buques insignia como eran Fran y Mauro Silva, que han decidido colgar las botas y retirarse del fútbol.
Atrás queda la que ha sido la etapa más laureada de los gallegos, con una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas de España, y grandes noches de fútbol europeo en la retina, midiéndose cara a cara con los mejores del continente.

Y como Atlético y Deportivo, el Valencia también estrena entrenador para la próxima temporada. Quique Sánchez Flores vuelve al equipo en el que ya jugó como lateral derecho, con el objetivo de rescatarle de la crisis que sufrió tras la marcha Rafa Benítez. Con él llega por 12 millones de euros Villa, el fichaje español más caro, sólo superado por los brasileños del Madrid, y el holandés Patrick Kluviert, que ha protagonizado una de las anécdotas de este verano, al incluir una cláusula en la que admitía que se rescindiera su contrato si su comportamiento fuera de los terrenos de juego no era el adecuado.

También habrá que estar atentos a los renovados Mallorca y Racing de Santander, que han incorporado a más de diez jugadores, al los recién ascendidos Alavés y Cádiz, que estrenan media plantilla nueva en su lucha por la permanencia, o las paradas de César, Ricardo y Palop que después de asumir el difícil papel de portero suplente, volverán a disponer de minutos de juego en el Zaragoza, el Osasuna y en el Sevilla.

Tampoco habrá que perder de vista al Getafe en su segundo año en primera, y a las órdenes de Bernd Schuster, ni olvidarse del "EuroBetis", que tras fichar a Xisco, a Rivera y a Miguel Angel, y sobretodo tras retener a Joaquín ante el vendaval de rumores que lo situaban en el Madrid o en Inglaterra, espera dar mucha guerra este año y continuar entre los grandes.
efe / elpenalti.com

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