Indianápolis: La noticia deportiva del año

Esta web tiene como tema principal y practicamente único el fútbol, pero ante noticias como la de ayer nos sentimos obligados a hacer al menos referencia.

Lo acontecido en Indianápolis fue bochornoso y aunque legal, tremendamente decepcionante. El que escribe es un amante del deporte y de la Fórmula Uno y me siento aún incrédulo de como están denigrando a sus cotas más bajas. Estamos hablando de deporte de élite, profesional. No acabo de creerme lo que pasó ayer, no quiero creerlo. Los que estuvimos ayer ante la televisión vimos en directo las imágenes que pasarán a la historia de la Fórmula Uno y que pueden provocar un cisma en la estructura de este deporte.

Pero lo que a la mayoría le ha pasado por alto es que los magnates y las personas que tienen en sus manos el futuro de las competiciones de élite mostraron públicamente y, lo que es peor, sin verguenza ninguna cuales son sus prioridades, su mentalidad, sus asquerosos objetivos.

No quiero decirlo, me cuesta trabajo, y es que como seguidor pienso algo casi irreproducible en unas páginas serias. Ustedes lectores, seguro sabrán perdonar mi desahogo, pero es que no encuentro forma más clara de transmitirles mi preocupación. Ahí va: Nosotros, los aficionados, les importamos una mierda, sin comillas. Increíble pero cierto, a eso estamos llegando y lo que nos quedará por ver. No puedo creer que TODOS, y no justifico a nadie, se rieran de nosotros. Se mofaron los directivos, organizadores, patrocinadores, corredores ( por mucho perdón que pidan), las cotas de desverguenza se están rebasando.

Aunque lo intento no consigo ponerme en la piel de un espectador que acudió ayer a ver la carrera. Los gastos, el tiempo, y lo que es más importante, la ilusión...¿alguien los resarcirá de todo eso?

Podemos pensar que este incidente es puntual, que nos queda lejos, que no tiene nada que ver con nosotros, pero a poco que hagamos memoria nos daremos cuenta de que no es así.

Los béticos y sevillistas ya han sufrido en sus carnes y en su bolsillo la impotencia de sentirse el "último mono" en un espectáculo incorrectamente llamado deportivo.
No quiero soltarles una charla, pero cabe hacer una reflexión, estos deportes con audiencias millonarias, idénticos ingresos y descomunal gloria personal son lo que son por nosotros, los espectadores, los seguidores, pero más concretamente los que pagamos por verlos. ¿Se imaginan lo que pensará una desconocida gimnasta que lucha por obtener ingresos para poder competir?
¿ Qué daría por tener esos ingresos y seguimientos? ¿ Se atrevería a "dejar en la cuneta" a sus aficionados? ¿ A reirse de los periodistas que le siguen y le han encumbrado en la gloria?.

Les dejo pensar....



Pues eso ya nos ha tocado a los seguidores del fútbol sevillano, en mi memoria tengo las sanciones "tan justas y apropiadas" que los que tienen la responsabilidad tomaron cuando sólo dos o tres no se comportaron como debieran. "-¿Cómo sancionamos a los clubs?, -¿oye Villar, y si les cerramos el campo?, -¿Funcionará?, -No sé, pero es un castigo ejemplar". Y los aficionados, los que sustentan este deporte, los que pagan sus millonarios sueldos, se tuvieron que desplazar kilómetros para ver al equipo de su alma. O perderse los partidos que ya habián pagado, porque yo no fui, y a mi nadie me devolvió el dinero que pague por ver esos partidos en un determinado recinto. Indignante, flagrante, increíble, me salen mil calificativos cuando pienso en ello. Pero ahí quedó y nadie sacó los pies del tiesto para denunciar a las pertinentes federaciones y comités.

Procuro calmarme y antes de despedirme les pido disculpas por dejar que mis sentimientos, personales, ocupen el papel, por mi emotividad, mi acalorada redacción, si no la ven profesional, les pido perdón. Pero no me sale ser profesional con gente que no lo es conmigo ni con ustedes, y que están en puestos que no merecen y para los que les falta preparación ética, moral, y ni siquiera tienen educación.

Pero no quiero dejarles un mal sabor de boca, y todo no fue malo en Indianápolis. Yo ví lo mejor del Gran Premio, y al más puro estilo Guash quiero compartirlo con vosotros.

Un abrazo y recordadme que sólo es fútbol, sólo es deporte.